¿Quiere saber los retos y responsabilidades y que le esperan al sucesor del papa Francisco?

En la duodécima y última Congregación de los Cardenales, estaban presentes 173 cardenales, entre ellos 130 electores. Hubo 26 intervenciones que abordaron múltiples temas.
Por la redacción
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, CIUDAD DEL VATICANO, ROMA, 8 DE MAYO 2025-.En la duodécima y última Congregación de los Cardenales se expusieron los restos y responsabilidades principales que debe asumir el nuevo papa desde que asuma el Vaticano.
Se reiteró la conciencia de que muchas de las reformas promovidas por el papa Francisco deben seguir adelante: la lucha contra los abusos, la transparencia económica, la reorganización de la Curia, la sinodalidad, el compromiso por la paz y el cuidado de la creación. La responsabilidad de la Iglesia en estos ámbitos se siente de manera profunda y compartida.
Un tema central de la reflexión fue el de la comunión, señalada como vocación esencial para el nuevo Pontífice. Se esbozó el perfil de un Papa pastor, maestro de humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia samaritana, cercana a las necesidades y heridas de la humanidad. En tiempos marcados por guerras, violencia y fuertes polarizaciones, se siente con fuerza la necesidad de un guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza.
Durante el encuentro, algunas intervenciones abordaron cuestiones de naturaleza canónica, reflexionando sobre el poder del Papa.
También se abordó el tema de las divisiones dentro de la Iglesia y de la sociedad y la forma en que los cardenales están llamados hoy a ejercer su papel en relación con el papado.
Se habló de la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra el domingo anterior a la solemnidad de Cristo Rey: se subrayó cómo estas dos celebraciones pueden leerse en relación entre sí, reconociendo la presencia viva de Cristo en los pobres y recordando que la verdadera realeza del Evangelio se manifiesta en el servicio.
Se planteó de la necesidad de dar mayor significado a las reuniones del Colegio Cardenalicio con motivo de los Consistorios y de promover la iniciación cristiana y la formación permanente como auténticos actos misioneros.
Se recordó a los mártires de la fe, especialmente en aquellas tierras donde los cristianos sufren persecuciones o se ven privados de la libertad religiosa. Entre las urgencias pastorales, se reiteró también el compromiso de afrontar con decisión el cambio climático, reconocido como un desafío global y eclesial.
Se volvió a reflexionar sobre la fecha de la celebración de la Pascua, sobre el Concilio de Nicea y sobre el diálogo ecuménico.
La congregación concluyó con la lectura de una declaración oficial: un llamamiento a las partes implicadas en diversos conflictos internacionales. Los cardenales invocaron un alto el fuego permanente y el inicio de negociaciones que conduzcan a una paz justa y duradera, en el respeto de la dignidad humana y del bien común.
Se procedió a la anulación del Anillo del Pescador y del Sello de plomo